Una experiencia del paso del Espíritu Santo en nuestro ser mujer.

Todo comenzó hace un par de años, cuanto en la renovación nos vimos con la necesidad de hacer un retiro espiritual de mujeres diferente, que se tuviera en cuenta la sanación espiritual, tratando de llegar a la mujer de hoy.

Así nos pusimos en marcha en medio de un tiempo difícil como lo fue la pandemia y para nuestra sorpresa la respuesta de ellas nos confirmó la misión.

La particularidad que fue imprimiendo el Espíritu Santo, tuvo que ver con encontrar una manera diferente de acercar la propuesta y un nuevo modo de servir.

Mujeres de distintos grupos de oración nos sentimos llamadas a servir desde nuestro “Ser Mujer”. Son muchos los testimonios que dan fe de la renovación que experimentaron.

En estos años de “Valiosas” el Señor nos ha ido transformando y nos ha puesto en marcha en clave “Mujer” con todo lo que significa. Así, mientras servimos el Señor nos sana y nos hace puentes para alcanzar a otras mujeres que, encontrándose en la búsqueda de la verdad, puedan ser abrazadas por la propuesta “Valiosas”.